Voy buscando mi destino
y en mis entrañas penetro,
pero soledad y vacío
en mi interior sólo encuentro.
No le pregunto a mi alma
porque ésta guarda silencio,
y no la veo cuando paso
ni tampoco yo la siento.
Salgo de mi, por caminos,
senderos y vericuetos,
observando, muy atento,
por si mi destino encuentro.
A cuantos yo les pregunto
por mi personal empeño,
cartujos parecen ser,
su respuesta es el silencio.
Nadie sabe donde está
nadie lo ha visto de lejos,
ni se ha encontrado con él,
su existencia es un secreto.
Mil dudas están brotando
en mi inquieto pensamiento.
¿Busco algún ente real,
o mas bien un sentimiento?
Nadie marca mis caminos,
ni siquiera mis senderos,
aunque vea mil señales
que alumbran mi entendimiento.
Porque al final seré yo,
quien inteligente o necio,
marcaré las coordenadas
de la vida que pretendo.
El destino lo marcamos
lo creamos con acierto,
o equivocamos la senda,
pero el error siempre es nuestro.
P.D. Invito a todos mis lectores,
si es de su agrado, a hacerse se-
guidores del blog, así recibirán,
con mayor facilidad, las nuevas
entradas.
lunes, 6 de diciembre de 2010
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