"El Gobierno ha propuesto a los sindicatos de la función pública elevar a 67 años la edad de jubilación de los funcionarios del régimen de clases pasivas del Estado, que encuadra a la mayoría de los funcionarios docentes, y "armonizar" así dicho régimen con el general de la Seguridad Social."
Una vez más asistimos, indefensos a los atracos de estos gobernantes que hace tiempo deberían haberse marchado a su casa, por ineptos. En este afán recaudatorio y de ahorro que se han propuesto ahora, hay de donde sacar el dinero: obras innecesarias, policías autonómicas, televisiones, asesores, sueldos desorbitados, maquinaria burocrática innecesaria, privilegios... y un largo etc. Pero no, a estos sectores de privilegio no les quieren tocar porque son los suyos, hay que machacar al trabajador y rebajarle, de una forma y otra, lo conseguido hasta ahora.
La función educativa en los niveles de infantil, primaria y ESO requieren del docente un derroche de energía para poder manejar adecuadamente a 25 o 30 niños, máxime hoy día que el respeto, las buenas formas y la colaboración de los padres, en muchos de los casos, brillan por su ausencia.
Una persona a los 67 años, salvo casos excepcionales, no tiene ya esa energía que se necesita, y lo común es que en una gran parte de las personas de esta edad, la salud se resienta y tengan alguna enfermedad. Con respecto al profesor, es una injusticia prolongarle la vida laboral si no está en condiciones de desarrollarla adecuadamente. Y en cuanto a los alumnos, mal servicio se les hace, teniendo un profesor mayor y en muchos casos enfermo y en condiciones precarias, con las bajas correspondientes y la falta de sustitutos.
¿Nos imaginamos en una casa a un abuelo o una abuela cuidando a 25 nietos? Si a veces una madre joven no puede con dos o tres hijos...Como estamos acostumbrados, en esta legislatura, a convivir con el despropósito y con el disparate, pues no sabemos a dónde vamos a llegar. No creo que ningún padre de alumno apruebe esta medida tan irracional, ya que los alumnos serán tan perjudicados como el mismo profesor.
Espero que los sindicatos no se dejen convencer con ninguna falacia y rechacen de plano esta consulta que se les ha tramitado. Como la enseñanza en España goza de tan buena salud, nos podemos permitir el lujo de agravarla aún más.
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