En su caballo relámpago
con su manta en bandolera
cabalga sin descansar
por toda Sierra Morena.
Nacido en Andalucía
en el pueblo de la Estepa,
quemado por mil agujas
que en su piel dejan la huella.
No descansa en un lugar,
los civiles no le dejan,
le persiguen por doquier
porque a los ricos carmena.
Y es que la necesidad,
el hambre y la miseria
le hacen tomar prestado
lo que al señorito resta.
Los pueblos lo ven pasar,
todos admiran su gesta,
porque a los pobres reparte
lo que a los ricos saquea.
Cual Quijote que cabalga,
no defiende a las doncellas,
defiende a los campesinos
de esta empobrecida tierra.
Vive libre, como el águila,
y desde el Cambrón otea
los latifundios enormes
que los campesinos bregan.
Los caminos se conoce,
hasta las simples veredas
le saludan al pasar
por estos campos de adelfas.
Pero un día en Las Morricas
claveles rojos se siembran
en su pecho generoso
con semilla que envenena.
Por la sierra de Alcaraz,
corre presta la leyenda:
su espíritu roba de nuevo
a los ricos que se encuentra.
Sólo el que adorna con flores
su tumba, de sí aleja
la visita del fantasma
que los caminos frecuenta.
Todos los días, una lápida
del camposanto presenta
un centro de crisantemos
de alhelies o violetas.
lunes, 11 de julio de 2011
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