Yo cambiaría mi vida
por una vida de ensueño,
por trazar, con ilusión,
sendas y caminos nuevos.
Por cultivar cada día,
y tratarlos con esmero,
parterres de bellas rosas
que alfombren mi verde huerto.
Soñaría todos los días
con rebaños de corderos,
con cervatillos graciosos
y bandadas de polluelos.
Viviría una vida nueva
con horizontes, muy lejos
de monstruos ensombrecidos
que no dejan ver el cielo.
Sólo montañas de nieve,
llanos y prados de heno,
árboles de mil colores
cuando comienza el invierno.
Lejos de humos y asfalto,
compañero de riachuelos,
de fuentes claras de agua,
de encinas, pinos y abetos.
Quiero vivir en el campo,
es mi lugar predilecto,
rociado por la lluvia
y llevado por el viento.
domingo, 9 de diciembre de 2012
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