- No quiero que la realidad me arrebate mis sueños.
- Siembra el bien y nacerán rosas en tu camino.
- Sonreír no es una cortesía, es una necesidad.
- Sin conocer al hombre es difícil poder convivir con él, pero sin conocernos a nosotros mismos, es imposible.
- El hombre actual, cada vez exige más a los demás y menos a sí mismo.
- No mientas por agradar, porque una vez descubierta la mentira, el daño causado por ésta superará en creces al agrado conseguido.
- No se puede tolerar que un estado se sienta contínuamente amenazado por partes de ese mismo estado.
- No me causan admiración las personas, por el ropaje que se pongan ni por el pedestal que las soporte, sino por sus obras.
- Lo peor que le puede suceder a una sociedad es que encumbre a la estulticia y desprecie la sabiduría.
- Las leyes, para que sean universalmente aceptadas, no deben satisfacer plenamente a nadie.
- Hay normas, tradicionalmente arraigas en los pueblos, que defienden abiertamente los intereses de los poderosos.
- Los montes se despojan de sus abrigos de lana con el calor del verano.
- Hemos sustituido los mulos por los tractores, los caballos por el automóvil, la naturaleza por el cemento, la tierra por el asfalto.¿Cuándo sustituiremos al hombre por el robot?
- El belén tiene mucho de juguete religioso, por eso admite mucha fantasía.
- Las tradiciones deben tener la misma fuerza que las innovaciones, y se deben admitir libremente.
- Las rabietas siempre nos hacen malas pasadas, porque dejan la lengua suelta, y a ésta siempre hay que atarla bien corto.
- No existen hombres de primera, segunda o tercera, todos son de primera si su cartera está llena.
- No es bueno que tu ideología te impida ver la realidad.
- El dinero es un filtro policromático, ante la visión de la vida.
- El depredador no necesita coto para cazar.
jueves, 20 de diciembre de 2012
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