Te tomaré por la mano
sacándote de tu infierno,
y juntos caminaremos
para que olvides tus yerros.
Te llevaré, complacido,
por este camino nuevo,
que los dos, al transitar,
fabricaremos de acuerdo.
No tendrá el piso asfaltado,
que no recuerde el infierno,
y tu mente se libere
de tu antiguo sufrimiento.
Nos iremos por el prado,
nos haremos un sendero
alfombrado por las flores
y peinado por el viento.
Nos pararemos cansados
a la sombra de un enebro,
para inspirar el aroma
de la jara y el romero.
Pararemos el reloj
contemplando el universo,
hablaremos con el agua
que corre por los riachuelos.
Te mirarás en los lagos,
en sus brillantes espejos,
tu imagen adornará
el reflejo de los cielos.
Nos perderemos andando
por veredas, que los ciervos
hicieron en la montaña
buscando campos de heno.
Cruzaremos las miradas
y cambiaremos los besos,
y viviremos, unidos,
un amor dulce y sincero.
sábado, 26 de enero de 2013
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