En este maremagnum social, que entre todos hemos construido, influenciado grandemente por las ideas de los partidos políticos y jaleadas por los medios de comunicación afines a ellos, ya no sabes cuándo una noticia es verdad o es un bulo interesado para perjudicar a los contrincantes, en esa labor tan deseada de trincar el poder, sea como sea.
A veces sucede que con un cierto fondo de verdad, se adorna y desfigura la noticia, con tantos matices, que lo accidental le quita el protagonismo a lo esencial. No me gusta nada cómo se altera la realidad de los hechos, cómo se miente sin el más mínimo rubor, cómo se silencian los logros y solamente se hace hincapié en los defectos.La paloma de la ética hace tiempo que abandonó el palomar de la vida social.
Se habla y se habla de temas de los que la mayoría no tiene ni pajolera idea ni información, solamente porque los interesados hacen una campaña de choque para obtener beneficios, sabiendo que las masas son muy susceptibles de ser manejadas y conducidas al redil facilón de la crítica y el descontento.
Se toman medidas que no conducen para nada a mejorar los grandes problemas que hoy tenemos. Seguimos con unos sindicatos decimonónicos, anquilosados en prácticas obsoletas. Da la sensación que a pesar de que ellos saben de la ineficacia de sus acciones, las mantienen porque no quieren molestarse en buscar otras más eficientes, pero que implican más trabajo para ellos.
Tenemos una gran cantidad de políticos imputados judicialmente, y eso que la mayoría de los casos no llegan a descubrirse. En las circunstancias actuales, no vemos una salida a los problemas que nos aquejan, fruto del mal gobierno, porque hemos desterrado el fundamento de todo buen hacer, que es contar con personas íntegras, honestas, que se rijan por principios éticos y no por ambiciones oportunistas de poder. Esta sociedad está desnortada, camina por mil caminos, sin saber con claridad cual es la senda que le conviene, que no es otra que la concordia, el trabajo y la justicia.
viernes, 10 de mayo de 2013
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