A todos mis exalumnos de übeda,
Córdoba,Posadas, Priego de Córdoba,
Siles,La Orotava, Puerto de la Cruz
y Los Realejos.
No miro atrás el camino
recorrido en mi existencia,
no transité por caminos,
sí por estrechas veredas
que me llevaban al campo,
a sembrar, en blanda tierra,
la semilla recogida
en anteriores cosechas.
Semilla de oro y plata,
de incalculable riqueza,
semilla que fructifica
en vidas que se despiertan.
Aunque torpe jardinero
entre tantas plantas bellas,
su presencia me estimula
en esta noble tarea.
Mentes puras, deseosas
de sabiduría, abiertas
a la ciencia y la bondad,
en esta labor esperan.
Nunca me agotó la siembra,
sin pensar en la cosecha,
los frutos vendrían luego,
ya habría quien los recogiera.
viernes, 11 de octubre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario