viernes, 19 de agosto de 2016

Otra forma de hacer política

      Hay formas y formas de hacer política, y las actuales están demostrando que hay que cambiarlas. A pesar de tener un régimen, llamado democrático, el pueblo es el que menos pinta a la hora de organizar la vida pública. Los verdaderos protagonistas son los partidos políticos, éstos luchan por hacerse con el poder, lidiando unos contra otros y el pueblo asiste simplemente como un espectador pasivo a sus luchas encarnizadas. Ellos organizan sus torneos, eligen sus armas, y acuerdan las recompensas.
     La idea de estado, de servidores del pueblo, es una lección que no han aprendido. Ofrecen una serie de puntos a ejecutar, llamado programa electoral, y de ahí no me saques. Y esto es hacer las cosas al revés. Es el pueblo soberano el que tiene que imponer el programa de gobierno, que no es otro que el conjunto de sus necesidades, comenzando siempre por las más básicas.
     La política no se puede concebir como una profesión, sino como una vocación sin límites de servicio, donde no hay topes 

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