Recuerdo que en tiempos de Franco, había quien defendía que España no era un país para ser gobernado por un régimen democrático, y esto lo basaba en que no había una conciencia de respetar a los demás y acatar las decisiones de las mayorías. Yo no voy a generalizar esta creencia, ya que hemos vivido bastantes años de democracia en paz, y respeto, pero últimamente han nacido grupos que le dan la razón a quienes pensaban de esa manera. Y esto no es bueno para nadie. La lucha por desestabilizar una democracia desobedeciendo sus leyes, desprestigiando sus instituciones, y no admitiendo el resultado de las urnas, nos lleva ineludiblemente a un caos político, que es la puerta propicia para que entren los salvapatrias de uno y de otro signo.
España quiere vivir en paz y en democracia, corrigiendo y mejorando todo lo que haya que corregir y mejorar, pero no está dispuesta a correr más aventuras trasnochadas, que no nos dejaron sino unas secuelas trágicas y un mal recuerdo.
miércoles, 26 de octubre de 2016
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