Cuánto tiene que evolucionar la clase política y sus seguidores para llegar a tener una democracia libre, eficaz y a servicio del pueblo. Diría que en estos últimos años, en lugar de avanzar en ideas aperturistas y evitar los radicalismos ciegos, se ha dado marcha atrás, volviendo a tiempos y a situaciones que todos creíamos ya felizmente superados. Cada vez se aferran más a su ideología cerrada y egoísta. No piensan que la división y la falta de entendimiento causan un grandísimo mal al país. ¿Será porque en sus aspiraciones se contentan con vivir de la política, a cualquier precio, y solamente les importa el encumbrarse en la cúspide del poder? Falta un diálogo constructivo entre todos los partidos políticos y sobran los continuos enfrentamientos a los que nos tienen acostumbrados.
martes, 12 de septiembre de 2017
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