sábado, 9 de junio de 2018

Ley electoral injusta

Una ley electoral que le quita al ciudadano la facultad de nombrar a sus gobernantes, dejando resquicios estudiados para que los políticos trapicheen y nombren a un gobierno que no ha ganado en las urnas, es una ley injusta y antidemocrática.
Todos estamos expectantes ante la nueva situación. Ya hemos recibido un duro castigo económico, ante la incertidumbre creada. Al final, si la economía se deteriora, los que pagarán serán los de siempre: el pueblo llano. Como los políticos, todos, anteponen sus propios intereses a los de la nación, no esperemos otra cosa que asistir a un espectáculo que no promete buenos augurios para los ciudadanos.

El separatismo gana

Dado por sentado que ningún partido corrupto debe gobernar un país, y en España tanto populares como socialistas y la antigua convergencia y unión están tocados gravemente por este mal, nos preguntamos: ¿Por qué un partido corrupto sustituye a otro que ha hecho lo mismo? A mi entender hay una razón muy clara: el interés de los separatistas vascos y catalanes. El P.P. ha sido un partido al que los nacionalistas no han podido tragar nunca, porque jamás ha comulgado con sus tesis y ha tratado, una veces con mayor y otras con menor acierto, de aplicar la ley, sin contemplaciones. Cosa que no ha hecho el partido socialista, que unas veces ha transigido con sus reivindicaciones y otras muchas ha manifestado una ambigüedad rayana en el consentimiento. No nos equivoquemos, Pedro Sánchez les interesa un comino, pero esperan tener mayor facilidad con él, de conseguir sus objetivos. Esperemos los acontecimientos.

Hecho cosumado

Los que pensamos que el papel de los políticos es el de servir a los ciudadanos y no el de crear banderías que dividan y confronten a la sociedad, valoramos, primordialmente, más que su ideología, la labor que realizan, la primera nos trae sin cuidado si la segunda es eficaz y beneficiosa para el pueblo. Tenemos un nuevo gobierno, y aunque los votantes no hemos tenido ni arte ni parte en él, es un hecho consumado, y ante esto no hay nada más que esperar que la sabiduría y la honradez sean sus guías, por el bien de España.

Incoherencia política

Cada vez tengo más dudas y veo las cosas menos claras. Resulta que ayer los presupuestos del estado, con Rajoy, eran malos y rechazables, y había que votar en contra, hoy con Sánchez, no solo no se rechazan sino que se asumen como propios. ¿Hay alguien que me explique qué clase de coherencia tienen estos señores?¿Qué credibilidad?.....Creo que se pueden ahorrar las palabras, porque sus hechos hablan con toda elocuencia. Y es que podemos enriquecer el refranero español añadiendo: " Tienes menos crédito que la palabra de un político".

Nuevo gobierno

El nuevo gobierno de Pedro Sánchez, con alguna excepción, es un ejecutivo que nada tiene que ver con los gobiernos de Zapatero, es más sólido, más profesional, no hay quien desentone llamativamente, aunque claro está siempre es mejorable. El presidente no tiene que olvidar que los partidos problemáticos lo que querían, y lo han conseguido, era derrocar a Rajoy, porque con él no podían conseguir sus objetivos. Intentarán volver a la carga con un presidente que tienen en sus manos. Difícil papeleta le espera, o claudica para complacerlos, o sus apoyos se diluirán como un azucarillo, ya que no es posible contentar a la vez a Dios y al diablo. Esperemos los acontecimientos.

Gobierno debil

Nunca debería haber un gobierno con las condicionantes que tiene éste, y no me refiero a las personas sino a las circunstancias. Un gobierno que no ha salido de las urnas, sino de los intereses y componendas de los políticos. Al caer Rajoy, lo justo hubiera sido convocar elecciones, y no mantener un ejecutivo inestable, en manos de los separatistas y de aquellos que quieren acabar con el sistema. Pedro Sánchez ha sido valiente formando un gobierno dejando fuera las aspiraciones de Podemos. ¿Pero le va a durar mucho sin que tenga que pagar los apoyos prestados? Porque nadie se cree que los políticos dan algo a cambio de nada, por amor al pueblo. ¿Estas concesiones se podrán armonizar con la constitución y la legislación vigente? ¿Tendrá que hacer cambios no para beneficio de los ciudadanos, sino para provecho y complacencia de una clase política insolidaria, egoísta y antiespañola? Difícil lo tienes Sr. Sánchez.

Incongruencias

LAS INCONGRUENCIAS DE LOS INTERESES POLÍTICOS.
Ya que las aguas han vuelto a su cauce, vamos a hacer unas variaciones, no sobre un tema musical, sino político. Con los grandísimos problemas que hoy tiene España, con los personajes que han robado todo lo que han podido, con los separatistas que se han rebelado contra el estado de derecho, con los partidos políticos cuya función es destruir la democracia e implantar una dictadura....el caso de la Cifuentes es "peccata minuta". Pero tanto su partido como la oposición buscaban una excusa para quitársela del medio, porque los populares no estaban de acuerdo con sus frecuentes salidas de tono, y la oposición es natural que al enemigo ni pan ni agua.Que nadie interprete que estoy defendiendo a la expresidenta, no, me importan tres cominos los partidos. Mi reflexión compara la gravedad de los hechos y no encuentra paridad entre ellos. Los secesionistas, sus partidos deberían estar ilegalizados, y no solo no lo están sino que sus dirigentes siguen declarando la guerra, y con ser esta conducta muchísimo más grave, no se les quita de en medio.¿Dónde está la coherencia política, y la aplicación igualitaria de la ley?

Medios de captación

Hoy como los medios de comunicación que forman opinión pública están dirigidos por los intereses de los que los manejan o los pagan, hay que estar muy atentos para no dejarse arrastrar por la corriente, y formar parte de esa masa manejable que se mueve según sea la música que le toquen, sin analizar seriamente el porqué de sus decisiones. Existe una ligereza irresponsable, falta de rigor lógico, y de verificar la exactitud de las noticias, que salen en los medios, que te hace desconfiar de todo y de todos. Hoy los medios de comunicación se han convertido en medios de captación.