miércoles, 6 de mayo de 2009

Viaje a Cantabria




























































































































































































































































































































































































































1-3.-Parque de Cabárceno


4-5.-Noja


6-7.-Santander


8-11.-Santillana del mar


12-13.-Potes


14-17.-Comillas


18-21.-Picos de Europa


22-27.-Covadonga y Lagos


28-29.-Castro Urdiales


Estas vacaciones en Cantabria fueron muy agradables. Fijamos la residencia en un hotelito de la costa de Noja, y desde aquí salíamos a visitar los diversos lugares de interés de los alrededores.
El parque de Cabárceno es una muestra feaciente de cómo se puede reconvertir unas antiguas minas en un esplédido parque natural, es de alabar el talento demostrado en esta obra.
Visitamos Santillana del mar, es una gozada de pueblo antiguo, muy bien conservado, no en vano ha sido elegido como el pueblo más bello de España, deambular por sus estrechas calles te metía en una atmósfera distinta, por unos momentos, te trasladabas de época y de siglo y sentías por dentro un alejamiento de la vida moderna que nos rodea, con su infinidad de cachivaches y cosas innecesarias, aquellas calles empedradas, límpias, sin adherencias te rodeaban de sencillez y te hacían sentirte más libre, mirabas de reojo a ver si aparecía por alguna esquina alguno de los antiguos pobladores de sus famosas cuevas.Por unos momentos estaba en otro mundo.
Otra de las visitas que hicimos fue a Covadonga y Los Lagos. La cueva donde se venera la virgen, la basílica y los alrededores recordaban, en cada momento, los inicios de la Reconquista.
¿Por qué la historia de la humanidad se nutre, desgraciadamente, de guerras, de luchas, de muertes..... si esto no llena a nadie?.-
Los lagos son muy bonitos. Tuvimos la suerte de tener un día despejado y pudimos contemplar,con claridad, este paraje maravilloso, compartido por el hombre y las vacas que pactaban plácidamente, sin hacerle mucho caso a esos vecinos efímeros, que les llegan durante el dia, para participar por unos instantes de su hábitat alfombrado de verde vegetación.
























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