Como plantas de vivero
a las que faltan espacio,
andaluces de mi tierra
a otra parte han emigrado.
Desentierran sus raíces
con esmero y con cuidado
buscando donde sembrar
las plantas que están sobrando.
Se nos ha quedado corto
el patrimonio heredado,
no hay recursos para todos,
muchos hemos emigrado.
Pueblo sufrido que siente
su territorio mermado
de hijos, que lo abandonan
porque falta su salario.
No es fácil cambiar la vida
si te marchas a otro lado,
los amigos y costumbres
familiares que has dejado.
La riqueza se concentra
en sitios privilegiados,
dejando grandes lagunas
de pobreza y desamparo.
Es difícil el retorno
a la tierra que has amado
cuando ya retoños nuevos
en otra tierra has echado.
Los pueblos se quedan solos
abandonados y aciagos,
los jóvenes y los niños
a otros pueblos se han marchado.
Los ancianos se resignan
a vivir abandonados,
porque sus hijos y nietos
en otro sitio han quedado.
Quizá en las vacaciones
de alguno que otro verano,
a visitar los abuelos
los nietos han retornado.
Sembrados por todas partes
olivos de carne y hueso
te encuentras cuando caminas
por España y extranjero.
lunes, 14 de diciembre de 2009
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