No me quiero acordar de la guerra
que asoló mi pueblo ,
ni tampoco de los buitres de acero
que las casas añicos hicieron.
Ni de las hambres que después padecimos,
ni del expolio de nuestro dinero,
recordar yo no quiero en mi mente
los tiempos que tanto sufrir nos hicieron.
Yo no quiero recordar a mi madre
con las manos vacías, buscando el sustento,
que negaban los pocos comercios que había,
aunque te acercaras con algún dinero.
Yo no quiero volver a vivir
el odio que mata la paz en los pueblos,
que envenena todo lo que toca
y va destruyendo los hombres por dentro.
Yo no quiero oir a Francisquito,
que vive debajo de casa, llamando a su padre,
en sus mismos sueños, sabiendo que no volverá,
porque en paz descansa, en el cementerio.
Yo no quiero volver al colegio
y ver a los niños, a mis compañeros,
que trites lloraban la ausencia
de sus pobres padres, que entonces perdieron.
No me recuerden no, los tiempos aquellos,
que ya había olvidado, con grande contento,
para qué volver a abrir las heridas
si la mayoría, todos están muertos.
Dejad que los hijos vivan, y también los nietos,
sin raices que broten, de nuevo, aquellos abrojos
que fueron limpiados con los nuevos tiempos.
martes, 23 de marzo de 2010
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