Amores como la brisa
que sopla al enamorado,
que encandila de repente
pero no para su paso.
Fugaces siembran semillas
en campos no preparados,
y no nacen los amores
pero sí brotan los cardos.
Hay amores imposibles,
ciclones que han arrasado
los sentimientos más nobles
del que se siente prendado.
Los amores son plurales,
porque el corazón humano
no conoce de fronteras,
el amor es soberano.
No siembres junto al amor
sentimientos encontrados,
que terminan por cambiar
en odio y en desencanto
Hay engañosos amores,
de arlequines disfrazados,
que se visten de oropel
y en el fondo todo es vano.
Los amores también mueren,
sentimientos apagados,
que no alumbran ya la vida
del que estaba enamorado.
No le cortes el camino
al amor que se ha cansado
de vivir en un jardín
porque ha perdido el encanto.
Déjalo que, libre, tome
el camino deseado,
y que en su senda se encuentre
con otro vergel dorado.
El amor es una planta
que necesita cuidados
de esmerado jardinero
que la cultive a diario.
domingo, 30 de mayo de 2010
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