Miro tu cara de ángel
y tu preciosa sonrisa
que transforman mi sentir
como refrescante brisa.
Como el sol irradia luz
y perfume la violeta
tú desprendes, amor mío,
la vida a quien te contempla.
No cierres nunca tus ojos
mientras perdure mi vela,
no quiero luz que no venga
de tus brillantes luciérnagas.
Cuando acaricio tu cara
de sonrosada doncella,
seda siento entre mis dedos,
caricias de madreselva.
Los ángeles te copiaron
para crear las estrellas,
se fijaron en tus labios
para pintarlas más bellas.
Cuando susurras mi nombre
con tu voz tan dulce y tierna,
no se si estoy en el cielo
o permanezco en la tierra.
Tú caminas por la calle
sin que holles las aceras,
tu caminar es el paso
de una graciosa gacela.
La brisa mece tu pelo,
riza tus rubias guedejas,
a espigas de oro amarillo
tus cabellos se asemejan.
Cuando los cielos se rompan
y obscurezcan las estrellas,
se podrá hacer otro cielo
mirando tu cara bella.
miércoles, 12 de mayo de 2010
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