desde que amanece el día,
no son sombras ni tinieblas
las que acompañan tu vida.
No confundas los colores
del arco iris que brilla,
ni mitigues los encantos
de la violeta escondida.
Si miras a los demás
con intenciones malignas
luces nunca apreciarás
sólo sombras en sus vidas.
Pero tampoco ahora cambies
el negro de tus pupilas
por bello color de rosa,
y así tu mirada tiñas.
El optimismo es deseo
de ver las cosas cumplidas,
pero no son realidades
que sustenten nuestras vidas.
Todos los colores hay
en el jardín de la vida,
blancos, negros, amarillos......
no los cambiemos por lila.
Existen muchas miradas
daltónicas y atrevidas
que cambian la realidad
y así deforman sus vidas.
Si queremos ver las cosas
como son, y sin teñirlas,
miremos con ojos claros,
con intenciones benignas.
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