No me bastan las ideas
ni copiados pensamientos,
escudriño sin cesar
el laberinto del tiempo.
No me siento a meditar
hechos pasados, no puedo,
mi inquietud siempre me lanza
en busca de retos nuevos.
No me preocupa el pasado,
me encanta lo venidero,
las sorpresas que nos da
el devenir de los tiempos.
Dejo correr, sin frenar,
los más diversos deseos,
que remonten sin parar
sus más alocados vuelos.
Que reine la fantasía
en el jardín de los cuentos,
que la vida cuento es,
pero sin final contento.
Los campos de margaritas
son girasoles pequeños,
bonsais que se olvidaron
de crecer más, con el tiempo.
Yo quiero ver de otro modo,
interpretar sentimientos
sin patrones ajustados
con objetivos numéricos.
Los caminos ya trazados,
siempre los encuentro viejos,
mi espíritu quiere volar,
trazar camino en los cielos.
jueves, 9 de septiembre de 2010
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