Con frecuencia recabamos una igualdad de trato para todos los ciudadanos, creyendo que es la forma más justa de actuar, pero esto hay que entenderlo y matizarlo mucho, so pena de caer en la injusticia que queremos evitar.
La justicia consiste en tratar a cada uno como se merece. Hay regímenes totalitarios que han practicado este igualitarismo, revestido de falsa justicia, y han llevado a su sociedad a la pobreza y a sobrevivir en la escasez. No han querido admitir que el hombre para superarse y avanzar en el progreso, necesita el aliciente de ver su trabajo recompensado justamente, nadie se molesta sin una compensación.
En la sociedad, es muy cómodo para el que organiza o manda medir con el mismo rasero a todos, sin pensar en las injusticias que se cometen al aplicar estos criterios, y sobre todo no se llega a pensar que esta forma de actuar induce a un empobrecimiento, a una falta de superación y a caer en una baja productividad. Hay que mantener un equilibrio entre productividad, comportamiento, superación y compensación.
martes, 21 de septiembre de 2010
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