- No desprecies las pequeñas aportaciones, porque no hay ríos sin afluentes.
- Los árboles sacrifican sus hojas para salvar su vida.
- Las cosas más valiosas no se pueden conseguir con dinero.
- Cada uno rodamos la película de nuestra vida con el guión que queremos, pero el final de todos los guiones es el mismo.
- Desde que nacemos, todos los días damos un paso hacia la morada sin retorno, pero los que fuman dan dos.
- Vivimos mecánicamente con las más grandes verdades, pero no nos damos cuenta de lo que significan hasta que entran en nuestra casa.
- Si no conocemos el mundo que tenemos delante, cómo nos atrevemos a afirmar que conocemos el más allá.
- El hombre primitivo interpretaba los fenómenos naturales con mucho de fantasía y muy poco de inteligencia.
- El hombre no escribe su historia con la pluma, sino con el corazón.
- Si el marinero no despliega la vela, para nada sirve el viento.
- No me gusta conducir porque me priva de contemplar el paisaje.
- El poder no entiende de servicio sino de ser servido.
- La madurez de la mente no siempre coincide con la de los años.
- A muchos políticos habría que decirles que no pueden enarbolar un estandarte en el que no creen: la democracia.
- Para muchos políticos la democracia es una compañera que si no les da lo que ellos pretenden, la abandonan en la primera esquina.
- Cuando las personas cuidan más su línea que su inteligencia, se está dando marcha atrás en la historia.
- Los partidos políticos son instrumentos, herramientas de la democracia.
- Nunca me han gustado las ideologías cerradas, siempre he buscado un agujero para salirme de ellas.
- A diario visitan mi casa decenas de pájaros, hasta las aves del cielo aprecian el buen trato.
- Hay que tener mucho cuidado con lo que proporcionamos a nuestro cerebro, ya que es un molino que muele todo lo que le echen.
jueves, 9 de junio de 2011
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