Qué poco le cuesta a muchos políticos disponer alegremente del dinero de los contribuyentes, sin pensar el sacrificio que muchos de ellos tienen que hacer para pagar sus impuestos. Hacen proyectos y obras disparatadas, innecesarias, muy costosas y a veces hechos los proyectos y pagados, se archivan y a esperar el sueño de los justos.
No me cansaré de recordarles y refrescar la memoria de aquellos que manejan los dineros públicos que están administrando dinero que no es suyo sino de los contribuyentes, y que tienen que dar cuenta de él a los verdaderos dueños. Esta idea tan sencilla de comprender, en la práctica, no llega a ser aceptada por los que se creen que una vez que han conseguido los votos del ciudadano, pueden hacer y deshacer a su antojo.
Como botones de muestra me voy a referir a tres casos de despilfarro de dinero: 1º.- La plaza de España de Santa Cruz de Tenerife, cuyo presupuesto, si no estoy mal informado rondaba los 24 millones de euros. Si comparamos lo conseguido con esa obra, con el gasto ocasionado, tenemos que concluir que no encontramos justificación alguna. Hacer una charca de agua a las orillas del mar, lo considero un contrasentido, mejor estaba con su ajardinamiento anterior. Gastar tanto dinero para conseguir tan poco es un despilfarro inadmisible.
2º.- El proyecto de la Teresitas y la compra de los terrenos: Un despilfarro totalmente innecesario y perjucial para los ciudadanos. La playa debe ser para solaz de los ciudadanos de Santa Cruz y sus visitantes. Lo que hay que hacer en ella, es dotarla de servicios, ya que aparcamientos ya tiene, todo lo que sea mejorarla para uso de los ciudadanos es aceptable, lo que no lo es, es querer masificarla con hoteles y edificaciones para el turismo. No hacen falta más plazas turísticas en la isla, el turismo ha tocado techo en ella, y no llegan a llenarse las existentes.
3º.-El proyecto de Tindaya: Estas obras faraónicas, totalmente innecesarias, no pueden salir del dinero de los contribuyentes, éste debe ser empleado en servicios más necesarios, que aún quedan muchos por cubrir. Estas obras habría que dejarlas, caso que se les encontrara alguna utilidad, a la iniciativa y al capital privado. Pero siempre están los megalómanos que quieren construir su Escorial, y dejar su nombre para la posteridad, y a éstos habría que recordarles que con su dinero pueden hacer lo que quieran, pero no con el que no es suyo.¿Dónde está el dinero gastado, más de cuarenta millones de euros, en esta obra, si aún no se ha colocado ni la primera piedra?.....
Si seguimos analizando, a todos los niveles, los despilfarros y gastos innecesarios que se han cometido, veremos claramente que la crisis actual se ha ido fraguando desde hace tiempo, que no ha sido flor de un día, que no ha venido ningún norteaméricano a sembrarnos esta mala semilla, se la ha ganado a pulso nuestra sociedad y sobre todo nuestros dirigentes políticos y sociales.
viernes, 12 de agosto de 2011
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