No tiene vida el pastor
su vida son las ovejas,
no tiene días ni noches,
su tiempo todo lo entrega
a cuidar de su rebaño
que pacen en las dehesas,
vigilando a los corderos
para que no se le pierdan.
Busca pastos generosos
y agua, con la que abreva,
por las mañanas temprano,
a su piara de ovejas.
Vigilante con sus perros
si el feroz lobo se acerca
para matar el ganado,
con su fuerte voz lo ahuyenta.
No tiene un sueño profundo,
solamente duerme y vela,
no tiene tranquilidad
ni descanso en esta gesta.
Cambia el corral donde duermen
por la noche las ovejas,
buscando sitios más limpios
y abona también la tierra.
Cuando empiezan los calores,
al final de primavera,
manda a esquilar su rebaño
antes que el verano venga.
Muy frugal es su alimento,
leche y el queso que crea
con sus manos de artesano,
al llegar la primavera.
Nunca tiene vacaciones
ni siquiera por la feria,
su casa es la majada,
la diversión, sus ovejas.
miércoles, 10 de agosto de 2011
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