Bruselas y los especuladores internacionales juegan con nuestra economía como el gato con el ratón. Nuestra deuda pública la manejan como les da la gana para cobrar por ella pingües intereses. Cómo ha cambiado el panorama, hace unos años a nuestra deuda se le respetaba tanto como a la alemana, hoy no sólo no se le respeta exteriormente, sino que no tenemos políticos, con el prestigio necesario, que den la cara y defiendan los intereses de nuestro país. Nos está saliendo muy caro el todos valen para todo. La ministra de economía y el presidente Zapatero no tienen peso alguno en la economía de La Unión Europea, son incapaces de aportar nada y solamente son súbditos sumisos de las indicaciones de Francia y Alemania, y claro, cada cual arrima el ascua a su sardina.
No se ha oído una voz de protesta y de disconformidad, por parte del gobierno español, con los nuevos ajustes que les exigen a la banca española, teniendo en cuenta que no hace nada que pasó satisfactoriamente las pruebas de resistencia a la que fue sometida. Solamente un pequeño grupo de Cajas de Ahorros no superó la prueba. No se entiende ahora este cambio de criterio y valoración de nuestra banca.¿Pero quién sale en defensa de estos cambios repentinos de criterio?
Las financieras internacionales, por medio de sus agencias satélites, están atacando de forma irracional a nuestra deuda pública, multiplicando descadamente nuestra prima de riego, con la única finalidad de obligarnos a pagar elevados intereses y así enriquecerse a nuestra costa. Hay que pararles los pies a estos energúmenos, tanto la Comunidad Europea como España se han dormido y no han afrontado a tiempo este nuevo problema financiero. Basta ya.
sábado, 26 de noviembre de 2011
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