Hay políticos que no quieren de ninguna manera comportarse como la generalidad de los mortales, ellos deben ser una excepción, si les llega la edad de jubilarse y dar paso a otros militantes más jóvenes, busca la forma de agarrarse a la poltrona y seguir gozando de un retiro dorado, llámese cargo público o prebenda del propio partido. Siempre habrá alguna fundación hecha a medida.
El Sr. Saavedra ha sido nombrado por un convenio de compadreo, Diputado del común, teniendo que renunciar a la militancia del partido socialista. Este cargo, que no sirve para nada, ya que no tiene poder decisorio alguno, en la defensa del ciudadano, sería más beneficioso, en los tiempos que corren, que se suprimiera, así se ahorrarían unos gastos innecesarios. Por otra parte, su renuncia al partido, aunque es "conditio sine qua non" para ocupar su nuevo cargo, tampoco le importa mucho a estas alturas, total ya poco iba a sacar de su antiguo partido.
El Sr. Saavedra, con sus 75 años, donde debiera estar es en su casa disfrutando de su jubilación ordinaria, nada de privilegios ni pensiones complementarias. A esa edad todos los ciudadanos están jubilados obligatoriamente. ¿Por qué los políticos no?. No se pueden admitir privilegios en una democracia ni retiros dorados para nadie.
martes, 6 de diciembre de 2011
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