No quiero imitar la mente
de pensadores que olvidan
los colores más humanos
que dan luz a nuestras vidas.
Que recrean los pensamientos
de fantásticos vigías
que quieren ver horizontes
creados por fantasías.
Y olvidan la realidad,
el vivir de cada día,
y se pierden en sofismas
que distraen nuestras vidas.
No quiero seguir costumbres
desfasadas, y que olvidan
el progreso y la verdad,
ancladas en la desidia.
No quiero seguir la senda
del flautista, que cautiva
a ignorantes desgraciados,
y que sus mentes domina.
No quiero más divisiones
entre pueblos, que cultivan
el egoísmo y el odio,
llevándolos a la ruina.
Yo quiero compartir ideas
con el que la paz persiga,
valorando lo que viene
y aprendiendo de la historia.
Quiero dejar a mis nietos
un mundo sin guerras frías,
donde los hombres se esfuercen
por vivir en armonía.
lunes, 20 de febrero de 2012
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