- No hay peor cosa que un individuo torpe con ínfulas de protagonista.
- El poeta no es que tenga otro lenguaje, es que lo sublima.
- A los mortales nos encanta que nos engañen, si los engaños son placenteros.
- No existen malas palabras, sino malas intenciones.
- No culpemos a las palabras del mal uso que, a veces, hacemos de ellas.
- Nunca me han gustado los extremos, están muy lejos para ver con claridad la realidad de las cosas.
- El que compra con apaños, dos veces paga, por tacaño.
- La primera fuente de tu felicidad eres tú mismo.
- No podemos creer en una sociedad que solamente castiga las pequeñas injusticias, pero vive anclada en un estado de injusticia monumental.
- Las becas de trabajo son una forma disimulada de producción barata e injusta.
- Este bendito país no funcionará bien hasta que no se convenza de que las energías que gasta en pelear un bando contra otro, deben emplearse en generar riqueza y bienestar.
- Esta forma de gobernar que padecemos es absurda, hay que darle un giro de 180 grados.
- No se puede gastar más en herramientas que en hacer la fábrica.
- Lo peor del fanatismo es que tiene de base una ignorancia admitida y explotada.
- No es la lucha de unos contra otros la que hará un mundo mejor, sino la comprensión y el diálogo.
- Nadie tiene peor estado anímico que aquel que es esclavo de su propia ideología.
- No hay peor enemigo que el orgullo y la soberbia: emponzoñan tu vida, ya que siempre los llevas contigo.
- Si no eres capaz de reírte de ti mismo es que no has descubierto lo beneficiosa que es la risa.
- No permitas que las dificultades de la vida encuentren en ti un aliado para la depresión.
- Nunca te compadezcas de ti mismo, compadece a los demás.
viernes, 31 de mayo de 2013
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