Faltan políticos.

En tiempos de la dictadura, los que añorábamos una democracia, sobre todo al oír cómo vivían los países que tenían esa forma de gobierno, y las libertades de que gozaban, éramos totalmente incrédulos cuando algunas voces decían que España no era un pueblo para ser regido por un régimen democrático, que no estaba preparado ni educado para ello, que había mucho individualismo y poca conexión y cooperación. En estas palabras creíamos ver una forma de querer justificar la dictadura que nos regía. Ahora, ante el comportamiento de los políticos y de sus seguidores, no veo ya tan fuera de tono esas palabras. Los radicalismos han crecido, la falta de cooperación para gobernar con eficacia la nación brilla por su ausencia, los Reinos de Taifas han desmembrado y empobrecido el Estado, hasta tal punto, que de él nos queda solamente un esqueleto, y no contentos con esto, hoy asistimos a la triste realidad de quienes quieren, unilateralmente romper España.