sábado, 28 de noviembre de 2009

A la Cruz Roja

Los cuatro puntos del mundo
marcan tus brazos, señera,
no distingues continentes
razas, colores, fronteras.

El sufrimiento del hombre
es tu sentir en la Tierra,
guerras, desgracias y males
tú generosa consuelas.

No hay para ti religiones
patrias, credos o banderas,
tan solo el hombre que sufre
sea cual fuere su tierra.

Ejemplo para los hombres,
espejo donde debieran
mirarse los gobernantes
que a los pueblos mal gobiernan.

Generosidad derrochas
en cataclismos y guerras
salvando vidas humanas,
vinieren de donde vengan.

Ejército desarmado
que no provoca querellas,
bálsamo de los caidos
en las batallas cruentas.

Ángeles humanizados
sin miedo a la muerte terca ,
alas de amor los sostienen
cuando al que sufre se acercan.

El mundo entero te ama,
las naciones te respetan,
no hay asociación mejor
ni en los cielos ni en la Tierra.

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