Distendido entre las plantas
del jardín, yo me recreo,
me olvido de mis problemas
sólo a mis flores atiendo.
Paso por ellas mirando
su belleza, y me consuelo
cuando las veo cómo crecen
cubriendo de verde el suelo.
Sobre la alfombra, que forman,
de clorofila, yo veo
cómo bordan, de colores,
ramilletes, con sus dedos.
Las rosas miran mis manos
cuando acaricio sus pétalos,
para que no me hagan daño
con espinas, que no veo.
Si mi mente está cansada,
si un descanso me merezco,
me siento y miro a mis flores,
y en su compañía me quedo.
Cuando el sol muda su casa,
antes que la noche venga,
agua fresca y cristalina
refrescan las flores bellas.
Perlas fabrican sus hojas,
lágrimas de las estrellas
amanecen cada día
en sus pétalos de seda.
Van cerrando sus corolas
cuando la luz ya se aleja,
pues no lucen sus colores
y la abeja no planea.
Llegada la primavera,
todas se apuntan a fiesta,
sacan sus mejores galas
y bellas se manifiestan.
Policromado jardín,
tonalidades diversas,
acuarelas que ha pintado
Osiris sobre la tierra.
sábado, 27 de marzo de 2010
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