lunes, 4 de octubre de 2010

No quiero mirar

No quiero mirar al hombre,
que comete la injusticia,
al que impone a los demás
su voluntad, con malicia.

Al que desprecia a su hermano,
al quien margina en la esquina,
al que priva de sus bienes
llevado por su avaricia.

Al que nada en la abundancia,
al que derrocha, y no mira
que lo que  tira, insensible,
sería del pobre, la vida.

Al que trata, sin respeto,
al hombre, que vil, humilla,
pisando su dignidad
y hundiéndole su autoestima.

Al que al anciano desprecia,
con ignorancia supina,
sin reconocer que un día,
por él le llegó la vida.

Al que nunca da las gracias,
porque superior se estima
al resto de los mortales,
y con desprecio los mira.

Al que a los niños no ama,
insensible, y escatima
una caricia al infante
o al niñito una sonrisa.

Al que antepone negocios
al bienestar y a la vida
de los hombres, que maneja,
y paga con calderilla.

Al que no respeta a nadie,
ni sentimientos cultiva,
despreciando con desdén,
toda norma de la vida.


          
                  

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