- Hasta que no he frecuentado los medios de comunicación, no me había percatado de la cantidad de gente que goza haciendo daño.
- A veces dudo si los llamados medios de comunicación, no son mas bien medios de incomunicación.
- ¿Somos los humanos pesimistas por naturaleza? Con la cantidad de cosas buenas que tenemos, no nos fijamos sino en las pocas que no lo son.
- Si desapareciera la Luna, se pondrían de luto todos los poetas.
- Menos mal que el odio seca todo lo que toca, porque si se propagase, la vida sería un infierno.
- Nunca he oído a nadie lamentarse de hacer el bien.
- Hacer el bien sí tiene recompensa, la satisfacción espiritual.
- Los terremotos son los enfados de la Tierra.
- La envidia no tiene barreras a la hora de desprestigiar a las personas.
- Los envidiosos querrían coger el fruto, pero nunca regarán el árbol.
- La paciencia no es un tiempo inoperante, sino un tiempo de madurar las ideas.
- Las visiones unilaterales de las cosas inducen al error al enjuiciar los acontecimientos.
- Los nietos te hacen vivir una nueva infancia.
- Los nietos hacen que retoñe tu viejo árbol.
- El Universo es pura energía. Llegará el día en el que el hombre disponga de la energía como hoy lo hace del agua.
- Hay quien no aprende de los fracasos porque su fanatismo le ciega su mente.
- Hay dos clases de corrupción: la que se ve y la que no se quiere ver.
- La política que estamos viviendo debería pasar a la historia con el nombre de la época insensata.
- Los políticos de la última hornada han acabado con la labor de concordia de los padres de la constitución.
- Nunca vamos a allanar el camino si no dejamos de cavar en él.
sábado, 24 de septiembre de 2016
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