Ya saltaron los de siempre, los que se oponen a todo y a todos, mientras ellos no hacen nada de provecho, los tóxicos, cuya labor es la de emponzoñar la vida social. Ahora le ha tocado el turno a las donaciones para la sanidad pública de Amancio Ortega. ¿Qué quieren decir con que los gastos de sanidad los tiene que cubrir únicamente el estado? No, el estado no los cubre, los pagamos los contribuyentes con nuestros impuestos, cada vez más numerosos y asfixiantes. ¿Pretenden que nos suban más los impuestos, o que se incremente la deuda pública que está por las nubes? El espíritu dictatorial que inspira a estos individuos de querer mandar en todo, quitando toda iniciativa a los ciudadanos, ha demostrado que lo único que consigue es llevarnos a la pobreza.
Una sociedad democrática, madura, debe funcionar con la cooperación, el trabajo y el esfuerzo de todos sus componentes, tanto las instituciones públicas como las privadas. No se puede desdeñar ninguna contribución que mejore los servicios públicos, venga de donde viniere.
jueves, 8 de junio de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario