Han ocurrido dos acontecimientos en los campos de fútbol, estos días, donde se pone de nuevo de manifiesto, lo mal que los directivos de este deporte hacen las cosas y el empecinamiento que tienen en no corregir unos errores, que acarrean unas consecuencias muy graves, con el agravante de que los perjudicados son personas o instituciones inocentes. Y todo porque a estos señores no les da la gana de aplicar al reglamento de este deporte los recursos técnicos modernos de los que disponemos en la actualidad y que sí son usados por los reglamentos de otros deportes. Prefieren el error, y la injusticia, antes que cambiar de práctica.
En el partido de clasificación para los mundiales de fútbol de Sudáfrica, entre Francia e Irlanda, el gol decisivo y determinante para clasificarse Francia, fue precedido de una mano clarísima que el árbitro no sancionó. Este hecho trae unas consecuencias muy graves para la selección irlandesa que sale tremendamente perjudicada, ya que no va a los campeonatos por una injusticia. Esto se puede evitar si en cada portería se coloca una cámara y se consulta en caso de duda, como se hace en el tenis. Pero los señores del "calcio" no quieren. Esto es aberrante.
Otro caso, a todas luces, injusto. Un grupo de gamberros tiran objetos al campo de juego, a veces hacen impacto en jugadores o asistentes. Solución: se cierra el campo por unas pocas jornadas y se impone una multa al club. Es decir, se castiga a los inocentes, se deja sin fútbol a la gran mayoría de aficionados que no han cometido ninguna falta y también se castiga al club, que tampoco tiene culpa alguna, y los culpables se van de rositas a su casa. Esto es descabellado e intolerable. Detengan a los culpables y aplíqueseles la ley. Usen los medios necesarios para localizarlos. Yo siempre me he preguntado si estas normas no atentan contra la justicia, ¿cómo se les va a castigar a los inocentes en lugar de a los culpables?
jueves, 3 de diciembre de 2009
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