jueves, 30 de septiembre de 2010

Tus ojos

No cierres las ventanas de tus ojos
que las tinieblas inundarán mi alma,
contemplando tus luceros con calma,
se tranquilizan todos mis enojos.

Tus ojos, bellos zafiros radiantes
difuminan mis penas y pesares,
todo es luz, estrellas de colores
que brillan en tu rostro rutilantes

Miradas que arrebolan y enternecen,
que olvidan las vivencias trasnochadas,
y crean horizontes que amanecen.

Duerme con tus luceros encendidos,
nunca soportaré no verme en ellos,
mis mágicos espejos conseguidos.

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