Siento que dos fuentes manan en mi alma
una de agua fría, la otra de agua cálida,
las dos manan juntas, pero separadas,
una se desborda, la otra siempre en calma
Pero en la alberca mezclan sus dos aguas,
la fría nivela el calor que exhala
la que a borbotones, sin control ni tasa,
sale del naciente, de calor sobrada.
Son los sentimientos que agitan mi alma,
que la zarandean con fuerza no humana,
y que los sentidos le prestan su cara.
Pero un fiel guardián defiende mi casa,
es la razón, que hace de madre y de aya,
que sabiamente sus excesos calma.
jueves, 30 de septiembre de 2010
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